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Lejía o amoníaco ¿Cuándo usar cada uno?

Resolvemos una de las dudas más comunes en limpieza del hogar

Detergentes y limpiadores Investigación y Desarrollo 25 nov. 2020
Lejía o Amoníaco ¿Cuándo usar cada uno?

¿Cuál es el mejor producto para desinfectar nuestra casa? El amoníaco, ¿desinfecta? ¿Puedo mezclar lejía y amoníaco? De mano de nuestro experto en I+D de Laundry & Home Care te contamos cuál es el mejor uso para cada uno de estos productos.

Entre los consumidores existe cierta incertidumbre sobre en qué ocasiones utilizar lejía o amoníaco para una correcta limpieza del hogar. Estas dudas se han incrementado en los últimos meses debido a la crisis del coronavirus, con la que ha aumentado la preocupación de la sociedad por la limpieza y la desinfección. Y es que no es lo mismo desinfectar que limpiar. En este sentido, el amoníaco destaca por su poder desengrasante, pero no desinfecta al mismo nivel que la lejía; en cambio, la lejía es por excelencia el producto más usado para desinfectar los hogares y hoy más que nunca se ha convertido en una gran aliada.

Xavier Closa, Responsable de I+D de Laundry & Home Care en Henkel Ibérica, explica: “Con la dilución adecuada y siguiendo las instrucciones que se indican en la etiqueta de cada producto, la lejía y el amoníaco no suponen ningún riesgo para las personas. Es más, la lejía es uno de los productos más recomendados para la desinfección de superficies que se tocan con frecuencia en los hogares por su eficacia a la hora de destruir virus, bacterias y hongos. Pero sí es importante tener en cuenta que la lejía no debe mezclarse con otros productos de limpieza, especialmente con productos ácidos (como los productos antical, o el salfumán), o con amoníaco”.

¿Por qué no se debe mezclar la lejía y el amoníaco?

La lejía no debe de mezclarse con otros productos, salvo diluirla en agua para su uso.
El hipoclorito (cuya disolución en agua es conocida como lejía) y el amoníaco reaccionan químicamente; con su reacción se pierden ambas sustancias químicas y se genera otra sustancia química llamada cloramina que es tóxica por inhalación y sí, podría resultar perjudicial para la salud de las personas.

A grandes rasgos, el uso de la lejía o del amoníaco depende de la finalidad (limpiar o desinfectar), y del lugar y material sobre el que lo queremos utilizar.

¿Cuándo usar lejía?

La lejía es un potente desinfectante, perfecto para aplicar en zonas del hogar que están en frecuente contacto con las manos u otras partes del cuerpo. Es importante tener en cuenta que un producto como lejía Conejo no contiene otros ingredientes que ayuden a la limpieza de las superficies, por eso recomendamos aplicarla sobre una superficie que previamente se haya limpiado con un limpiador general para conseguir su pleno efecto como desinfectante. La lejía Conejo es un producto recomendado para la desinfección de superficies en toda la casa. En cambio, otros productos, como los de nuestra marca Estrella, contienen lejía y detergente, y se pueden aplicar sin una limpieza previa; al tener detergente hace las dos funciones simultáneamente: limpia y desinfecta.

Lejía se recomienda para la desinfección de superficies, como la lejía Conejo y Estrella

Productos con hipoclorito sódico como Estrella o Conejo se pueden usar como un limpiador doméstico general para desinfectar todas las superficies lavables

Estos son algunos de los sitios donde podemos usar la lejía:

  • Superficies de cocina
  • Armarios
  • Electrodomésticos
  • Pomos de las puertas
  • Lavabos
  • Suelos
  • Retretes
  • Griferías
  • Etc.

Como explicábamos anteriormente, siempre debemos diluir la lejía correctamente antes de utilizarla y siguiendo las indicaciones de las etiquetas. Conoce más detalles sobre la desinfección con lejía en este artículo.

¿Cuándo usar amoníaco?

El amoníaco tiene un buen poder desengrasante, pero no lo encontraremos entre los productos con los que podamos desinfectar las superficies. Es un producto bastante alcalino, por lo que puede ser agresivo con superficies que pueden ser delicadas y debemos tener mucho cuidado con su uso si no queremos dañarlas. Nunca debemos usar este producto en superficies enceradas o barnizadas (parqués naturales y/o barnizados) y superficies de muebles lacadas o enceradas. Es recomendable usar guantes cuando lo usemos y, sobre todo, nunca deberemos mezclar con lejía o productos que la contengan.