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Pasamos una buena parte de nuestra vida trabajando para ganar dinero, sí, pero hay otra parte de intangibles que son igual de importantes a la hora de decidir por qué una empresa es un buen lugar para trabajar o no.
Es ese sentir que estamos a gusto cuando vamos a la oficina, que cada día aprendemos de nuestros compañeros que nos cuidan y respetan, que tenemos flexibilidad para conciliar y una buena proyección laboral, y muchos otros ejemplos similares más, lo que se conoce como “salario emocional”. Un concepto tan valioso, que en Henkel lo desarrollamos a través de una amplia variedad de beneficios y programas de bienestar.
El salario emocional engloba todo aquello que sentimos mientras desempeñamos nuestras funciones y nos encontramos en el entorno laboral, por lo que puede tener un montón de variables: si el cargo permite o no un buen equilibrio entre el trabajo y la vida personal, si las relaciones entre los compañeros son saludables o tóxicas, si las oficinas están lejos de nuestra casa y tienen luz natural, si hay servicio de comedor o restaurantes cerca, si disponemos de oportunidades de aprendizaje y crecimiento o nos sentimos estancad@s, etc.
En Henkel contamos con una gran variedad de beneficios y programas de bienestar que contribuyen significativamente a atraer y retener el talento, iniciativas que incluyen desde descuentos y ventajas exclusivas, servicios de fisioterapia y psicología, programas de mindfulness y yoga, servicio de enfermería y nutrición, economato y programas de apoyo para eventos importantes como el matrimonio, el nacimiento de hij@s y la escolaridad, por nombrar algunos que detallamos a continuación: