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Las ciudades inteligentes
La digitalización abarca hoy en día todos los diferentes sectores de la vida, desde el Internet de las Cosas, hasta las smart cities o ciudades inteligentes, donde la inteligencia artificial se va desarrollando paulatinamente. Tanto es así que ciudades como Nueva York, Barcelona, Londres o Bogotá se esfuerzan por convertirse en una “smart city”. Un creciente número de ciudades españoles están empezando a competir por el título de ciudad inteligente, pero ¿en qué consiste realmente y cuáles son sus beneficios?
A continuación, te contamos algunos ejemplos de smart cities españolas.
Ejemplos de proyectos de smart cities en España
Numerosas ciudades españolas están a la vanguardia para convertirse en reconocidas smart cities.
Por ejemplo, en Santander se instaló una red de 12.000 sensores para mejorar los datos de contaminación, emisión de ruido y volumen de tráfico dentro del proyecto Smart Santander. Los sensores permiten, mediante la aplicación del big data y de la inteligencia artificial, crear modelos de predicción disponibles para que los ciudadanos puedan tomar decisiones más eficientes con relación al uso del estado de las playas, o de la disponibilidad de plazas de aparcamiento, por ejemplo.
Barcelona es otro ejemplo de smart city donde se han ido implementando a lo largo de los años, diferentes medidas para aumentar la eficiencia medioambiental y logística de la ciudad con la ayuda de la tecnología. Así, Barcelona ha optimizado sus recursos mediante sensores repartidos por la ciudad para fomentar la eficiencia de los riegos inteligentes en parques y jardines. De la misma manera, y con la utilización inteligente de la energía, Barcelona ha cambiado sus farolas por luces LED incorporando a su vez tecnologías de regulación lumínica.
Por su parte Málaga ha empezado a integrar energías renovables en su red eléctrica así como contadores digitales con el fin de aumentar el ahorro de energía, mientras que Sevilla planea convertir para 2025 la isla de la Cartuja en un ecosistema abierto, digital, descarbonizado y sostenible en 2025 mediante la integración de una red eléctrica inteligente (Smart Grid) que aportará una plataforma de datos en abierto para la gestión inteligente del parque.
La integración de la tecnología es un elemento básico a la hora de convertirse en una ciudad inteligente, sin embargo, el concepto de smart city va mucho más allá. Te contamos a continuación qué es una smart city y cuáles son sus características.
Qué es una smart city
Una smart city se define como una ciudad que hace un uso innovador y eficiente de las nuevas tecnologías con el fin de mejorar la interconectividad de los sistemas públicos y privados de la ciudad para potenciar su funcionamiento. Las smart cities se convierten por lo tanto en ciudades más sostenibles para el medioambiente, por su eficiente uso eficiente de los recursos energéticos, además de ofrecer numerosas ventajas socio-económicas a sus ciudadanos como la mejora de los sistemas de transporte y de comunicación, o el impulso del tejido comercial de la ciudad.
De esta manera, el concepto de “smart city” se puede aplicar a todos los diversos planos que constituyen una ciudad inteligente con el fin de aumentar su eficiencia y ecología: desde su economía, gobernanza, hasta la movilidad y las viviendas.
Además, una característica única de las ciudades inteligentes es que las demandas del ciudadano son las que mueven la innovación y la transformación digital. Mediante sistemas de comunicación interactivos, las smart cities pueden responder eficientemente a las demandas de los ciudadanos para el beneficio común.
¿Cómo funciona una smart city?
Una smart city supone una red de sistemas complejos donde la tecnología digital y la inteligencia artificial funcionan como motor principal. Aunque las smart cities y su funcionamiento están en continua evolución, sí se pueden identificar algunas características propias que hacen de una ciudad cualquiera una ciudad inteligente con todos sus beneficios:
- La conectividad y la infraestructura inteligent
- La gestión inteligente de recursos energéticos y del agua
- La medición ambiental digitalizada a través de la inteligencia artificial
- La movilidad inteligente (gracias a métodos de predicción)
- El desarrollo de eHEalth o de la gestión de los servicios sanitarios
- El uso de la economía circular en la ciudad
- La implantación de edificios y hogares inteligentes
- La importancia del uso del 5G en las smart cities.
A la hora de aplicar tecnología para las smart cities, se identifican también cuatro grandes tecnologías disruptivas con gran potencial para el futuro: el blockchain, la inteligencia artificial, el internet de las cosas (IoT) y el big data.
Beneficios de las ciudades inteligentes
Las smart cities ofrecen numerosos beneficios al aplicar la tecnología digital para fomentar el el desarrollo social. Así, las ciudades inteligentes favorecen la creación de espacios donde la innovación está a la orden del día, lo que estimula a su vez la generación de nuevas ideas.
Además de ofrecer servicios de mayor calidad dada su eficiencia a la hora de gestionar los procesos y recursos disponibles, las smart cities consiguen consecuentemente una reducción del gasto público al maximizar y potenciar una adecuada gestión de todos los servicios públicos disponibles en la ciudad.
En definitiva, las smart cities promueven el desarrollo social, ecónomico y medioambiental de los espacios urbanos. Entre otros beneficios destacables están los siguientes:
- Mejor gestión de los espacios y servicios gracias a la toma de decisiones basadas en datos reales interconectados.
- Mayor compromiso ciudadano a la hora de mejorar la ciudad.
- La creación de comunidades más seguras y conectadas entre sí.
- El fomento del desarrollo de ciudades más sostenibles con el medioambiente.
- Servicios de transporte mejorados (como el eParking, o la mejora de la eficiencia del transporte público).
Desde Henkel, apoyamos y fomentamos la transformación digital y la innovación por ello nos esforzamos en desarrollar nuevos modelos basados en la transformación digital.
